Mi primer Ironman 2022 – Lake Placid NY
Daniel Cardoso nos cuenta su primera experiencia en un Full Ironman en Estados Unidos con detalles de presupuesto, estadía y sensaciones de la ruta- Los invitamos a leerla
Presupuesto
No es un dato menor, pues toda planificación para una competencia debe empezar por los recursos que hemos de invertir, por lo que estos son datos aproximados de los gastos que tuve para participar en el Ironman de Lake Placid NY 2022, aclarando que, al haber viajado en familia, el hospedaje fue un gasto compartido:
- Pasaje Bogotá – Baltimore: US$600 incluida la maleta de la bicicleta
- Hoteles: 2 noches en Lake Placid US$550 por noche para 4 personas. 2 noches en ciudad cercana a Lake Placid (1 hora) US$ 130 por noche para 4 personas.
- Inscripción Ironman: US$840.
- Alquiler carro: US$250 por 5 días.
- Gasolina: US$160 dólares
- Peajes: US$50 aproximadamente
Planeación de la competencia y momentos previos
Quienes me conocen saben que suelo planear todo con antelación, lo que incluye las competencias, para las que me anticipo en lo posible un año con el fin de tomar el mejor precio en la inscripción y así, de igual forma, buscar detenidamente las mejores tarifas en vuelos y hospedaje. Esto también me ayuda a evaluar las competencias según las fechas en que planeo realizaras, de modo que analizo los costos y facilidades para llegar al destino. No suelo, por ejemplo, volar directamente hacia la zona, lo que implica incurrir en gastos adicionales para el transporte vía terrestre.
Escogí competir en Lake Placid por desarrollarse durante el verano, y por coincidir con el período de vacaciones de mis hijas, pues quería que me acompañaran. Aunque pagué la inscripción para participar en el año 2.020, debido a la pandemia no fue posible sino hasta el 2.022. En cuanto se dio a conocer la fecha en que se llevaría a cabo la competencia me tomé el tiempo para buscar las mejores opciones en cuanto a transporte y hospedaje.
Lake Placid es una ciudad pequeña ubicada a unas 6 horas de New York, lo que implicaba la necesidad de alquilar un coche para llegar, siendo éste un reto mayor ya que, además de mi familia (compuesta por 4 personas) debía llevar la bicicleta en el carro. Por fortuna había comprado la maleta más pequeña posible para la bicicleta, lo que, aunque facilita la movilidad en un carro, implica desarmarla por completo. Finalmente alquilé una Mini SUV, con lo que el baúl me permitía llevar tanto la bicicleta como las maletas de viaje. Pese a todo, recomiendo que, de ser posible, vayan a competencias a las que pueda llegarse bien por tren o bus para evitar el alquiler de carro.
Aunque llegamos a la ciudad el viernes para poder realizar el registro como competidor y asistir a la acostumbrada feria de Ironman, habíamos decidido hospedarnos en otra ciudad ubicada a 1 hora de Lake Placid debido al costo del hospedaje. Este día finalmente corrí 6K para soltar las piernas.
El sábado al regresar a Lake Placid con la intención de ingresar al sitio de nuestro hospedaje nos encontramos con un gran problema: el hotel en el que había realizado la reserva con bastante anticipación había sido cerrado 5 meses antes. Al tratarse de una ciudad pequeña la oferta hotelera era poca, y la gran mayoría de sitios ya estaban reservados. Sin embargo, como primera opción decidí buscar cualquier sitio para hospedarnos, aunque fuera una pocilga (por fortuna mi familia está acostumbrada a viajar así y todas son unas guerreras), y, en caso de no hallar lugar, podríamos volver al hotel en el que nos habíamos hospedado la noche anterior así estuviera distante.
Como tenía que entregar la bicicleta ese día y el tiempo apremiaba, decidí armarla justo frente al parque de bicicletas. Estando allí noté que había dos hoteles: en uno de ellos todo estaba ya lleno, y en el otro había una única habitación. Tuve que tomarla sin importar el precio, todo por el sueño del Ironman. Terminé de armar la bicicleta, pero al probarla noté que no subía el plato; sin embargo, como debía entregarla, decidí esperar hasta el día siguiente para poder revisarla con los mecánicos a primera hora.
Tras esto decidí probar la natación: se llevó a cabo en un lago muy lindo, con la particularidad de que tiene un cable por la misma zona del recorrido, de forma que uno podía guiarse. Nadé 1K para soltar y estar listo para la competencia al día siguiente, yendo a la cama a eso de las 9 de la noche para despertar a las 4 de la mañana.
Competencia
Teniendo en cuenta el inconveniente con la bicicleta, decidí ir a arreglar el tema, lo cual pude hacer gracias a los mecánicos, dejando además los neumáticos inflados (ya que el día anterior las dejo con poco aire para evitar cualquier cosa, lo que no sé si sea un mito urbano). Aunque por lo general desayuno una pasta comprada el día anterior, en ésta ocasión no lo hice para tomar el desayuno ofrecido por el hotel, tras lo que me dirigí al lago, listo para competir.
Natación (3.8K): Se trataba de un circuito a dos vueltas en el cual, debido a la temperatura del agua, resultaba obligatorio el uso de traje de neopreno, con el cual ya estoy familiarizado debido a los entrenamientos realizados en las heladas aguas de Tominé; por fortuna, el agua en Lake Placid no se le comparaba, pues al contrario la temperatura fue ideal. Cuando nado siempre pienso en lo afortunado que soy al poder estar haciendo esto y pienso en mi hija Amelie porque ella igualmente nada. El objetivo que me había planteado para la competencia en éste segmento se cumplió a la perfección: terminé en 1 hora, 12 minutos y 4 segundos, es decir, por debajo de la hora y 15 minutos que originalmente tenía prevista. Al salir del agua encontré a los strippers (personas que ayudan a los competidores a quitarse el traje de neopreno), de quienes recibí asistencia para poder dirigirme a la transición 1.
Al llegar al parque de bicicletas debía buscar la bolsa donde tenía todo aquello que iba a utilizar durante el recorrido en la bicicleta, incluso las zapatillas, pues no estaba permitido dejarlas fuera de la bolsa. Mi plan incluía cambiarme por completo, pues no use trisuit al considerar que no iría tan cómodo los 180 kilómetros de ciclismo, razón por la cual pasé por la carpa vestier para posteriormente ir por la bicicleta, dejando la bolsa allí con todo lo utilizado durante la natación. El tiempo que me tomó realizar la transición fue de 10 minutos con 27 segundos.
Ciclismo (180K): En un circuito a dos vueltas en el que se acumularía un desnivel total superior a 1.400 metros decidí utilizar bicicleta de ruta y no una cabra (bici de triatlón o contrarreloj), decisión que resultó acertada sobre todo para mi comodidad. Temiendo que el inconveniente técnico siguiera presentándose decidí no bajar el plato para no correr el riesgo de que no volviera a subir, de modo que me decidí a no hacerlo hasta donde me fuera posible. Así lo hice durante toda la primera vuelta, disfrutando un espectacular paisaje en una zona atravesada por ríos y muchas montañas. Al terminar la primera vuelta tomé la bolsa de “special needs” en la cual había dejado dos pedazos de pizza y un paquete de hidratante. En ese momento seguí rodando mientras me comía la primera porción de la pizza y recargaba los termos para continuar. Además de esto, pude ver a mi familia, y sentir que todo estaba bien en ese momento.
Para esas alturas había estado consumiendo únicamente geles y pastillas de sal, además de hidratándome con el hidratante de la marca SIS que contiene carbohidratos “Beta Fuel”. Todo el camino me sentí bien, por lo que no tomé Gatorade, ya me resultaba suficiente con la hidratación que tenía y la cual había entrenado, por lo que sabía que no me caería mal. Ya para el kilómetro 110 me comí la segunda porción de pizza.
Alrededor del kilómetro 155 tenía claro que los últimos 25 kilómetros serían en ascenso, por lo que decidí definitivamente bajar el plato ya con la premisa de que si no volvía a subir no resultaría tan grave, pues podría acabar así. Lo que me temía pasó: efectivamente el plato no volvió a subir, aunque, por fortuna mi presentimiento me salvó de no haber tomado la decisión de bajarlo antes.
Finalicé el segmento en 6 horas y 45 minutos, cumpliendo de sobra con el objetivo que me había propuesto de realizarlo en menos de 7 horas, añadiendo que nunca me detuve, salvo durante la primera vuelta para tomar la alimentación e hidratación preparada, y decidí orinar mientras montaba utilizando agua sin que nada sucediera.
Ya llegando a la zona de transición 2 entregué la bicicleta, la cual reciben sin que sea necesario llevarla al rack, y enseguida busqué la bolsa con los implementos para correr, me dirigí a la carpa vestier y de nuevo me cambié por completo. Estando allí noté que en una mesa había vaselina y bloqueador, lo que me pareció un gran detalle de la logística de la carrera. Tomé la transición con toda la calma para poder ponerme incluso medias de dedos, las cuales me gusta utilizar para maratones y lleva su tiempo colocarse. En total realizar la transición me tomó 12 minutos y 3 segundos.
Atletismo (42K): Mi propósito era afrontar los primeros 21 kilómetros sin detenerme, y dado que al salir de la zona de transición me sentía bien, y además pude ver a mi familia, sentí tranquilidad y supe que ya lo tenía casi listo. El circuito de dos vueltas incluía algunos tramos en subida, sin embargo, no me detuve mientras los afrontaba, por el contrario, mantuve mi determinación recordando los entrenamientos que realizamos en el equipo en las colinas de Santa Ana. Aproveché cada zona de hidratación para tomar agua y Gatorade, además de entrar al baño allí ya durante la segunda vuelta del circuito.
Aunque me había fijado como objetivo de carrera un tiempo total de 14 horas, para el kilómetro 30 me di cuenta de que tenía posibilidades de terminar en menos de 13 horas, por lo cual decidí controlar mi tiempo cada 2 kilómetros con el fin de determinar si tenía que apretar para lograrlo. Por fortuna al kilómetro 40 me encontré a “la sexy”, mi esposa, quien corrió en el andén junto a mí 1 kilómetro, y pudiendo mantener ese ritmo logré terminar el recorrido en 4 horas y 39 minutos, ¡también por debajo de las 5 horas originalmente presupuestadas!
Puedo decir que tenía 3 objetivos claros para la carrera: terminarlo (hay un corte de 17 horas para lograrlo), llegar a meta de día (a las 12 de la noche se cumple la hora de corte) y lograrlo por debajo de 14 horas. Logré finalizar en 12 horas con 58 minutos, acabando en el puesto 89 de 223 en mi categoría (de 40 a 44 años), siendo el hombre número 465 en llegar a meta de 1.333, y el competidor 587 entre 1.818 en la general.
Llegar a la meta fue cumplir el grandioso sueño de escuchar “you are an Ironman”, además de ver a mi hija saltando cuando atravesaba la línea de llegada, son cosas que nunca olvidaré. Cuando terminé sentí que algunas lágrimas querían salir de mis ojos, pero realmente ya no tenía más que dar.
Finalmente me encontré con mi familia tras recoger la bicicleta, y pude abrazarlos y darles las gracias por todo lo que hacen por mí, porque algo tengo claro: Hacer un Ironman nunca será algo individual, es realmente algo de todos. Me hizo además muy feliz llegar al hotel y encontrar tantos mensajes de todos mis compañeros de equipo y mi familia en mi celular, me renovó la energía.
En conclusión, se me hizo realidad el sueño y me encantó. Agradezco a toda mi familia, ellos saben que es la razón por la cual vivo, así como al gran equipo de Taurus como a cada uno de sus coach, quienes han hecho que el tri se vuelva un estilo de vida.
Por último, puedo contarles que a más tardar éste mes decidiré cuál será el Ironman en el que competiré para el 2023, seguramente en el mes de septiembre, y tengo a la vista dos opciones: Maryland en Estados Unidos o Emilia Romaña en Italia.
Finalizo además con una recomendación en la que no puedo dejar de insistir: hagan todo con mucho tiempo para que puedan encontrar las mejores tarifas en todo.
The best ever 😘 y auténtico como ninguno 😉